Lo malo de las adicciones es que nunca acaban bien. Llega un momento en el que lo que nos ponía eufóricos, deja de hacerlo y empieza a doler. Dicen que no superas tu adicción hasta que no tocas fondo, pero... cómo sabes que lo has tocado? Porque por mucho que algo te duela, a veces, dejarlo, duele aún más.
"Porque por mucho que algo te duela, a veces, dejarlo, duele aún más." me encantó esa frase, te sigo ♥
ResponderEliminarMe encanta esta entrada, además me a recordado a que a veces mis amigasy yo comparamos a alguno de los chicos que nos gusta con un cigarrillo, y a el chico en el que nos apollamos apra olvidarle, o ese que no te gusta pero quieres que te guste como el parche anti nicotina o como se llame :D
ResponderEliminarUn beso! y me gusta mucho tu blog, pasate por el mio si quieres :D