
Es un cielo claro, una gran tormenta, es un jorobado, una cenicienta.
No entiende de razas, tampoco de clases, a veces el techo, a veces la base.
Es la medicina, es la enfermedad, un poco de cordura y de insanidad, algo de trizteza y felicidad, pero la verdad me atrevo a decirlo es que nunca nadie pudo definirlo ni nadie podrá...